El Gobierno estadounidense impuso este jueves sanciones contra Gazprombank, uno de los mayores bancos de Rusia, así como contra decenas de instituciones y funcionarios del sector de las finanzas de ese país para continuar degradando la capacidad de Moscú de utilizar el sistema financiero internacional en favor de la guerra contra Ucrania.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, precisó en un comunicado que Gazprombank era el último gran banco ruso que no había sido sancionado por Washington en respuesta a la ofensiva contra Kiev.
"Las sanciones de hoy limitarán aún más el abuso que Rusia hace del sistema financiero internacional para ayudar a financiar su guerra contra Ucrania. EEUU sigue comprometido a poner a Ucrania en la posición más fuerte posible y continuará tomando todas las medidas disponibles para lograrlo", dijo.
Las sanciones implican que las propiedades y activos en Estados Unidos de las entidades señaladas queden congelados y se les prohíbe hacer negocios con empresas o personas en el país, lo que los expulsa de hecho del sistema bancario estadounidense.
El Departamento del Tesoro destacó en otra nota que se castiga a Gazprombank, y a sus seis filiales en el extranjero, por considerarlo un conducto por el que Rusia compra material militar para su esfuerzo bélico contra Ucrania.
Las filiales implicadas se encuentran en Luxemburgo, Hong Kong, Chipre, Suiza y Sudáfrica.
El Ejecutivo ruso, en su opinión, también utiliza ese banco para pagar a sus soldados y compensar a las familias de los militares muertos en la ofensiva contra Kiev. Con estas sanciones, Estados Unidos se suma a un paso tomado ya por el Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Para reducir todavía más las conexiones de Rusia con el sistema financiero internacional, también se ha apuntado contra más de 50 bancos rusos pequeños y medianos, como Interstate Bank o Centrocredit Bank.
"Las instituciones financieras extranjeras que mantienen relaciones con estos bancos deben ser conscientes de que continuar manteniéndolas implica un riesgo significativo de sanciones", advirtió el Tesoro.
Su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) también puso en el punto de mira a 11 agentes del Banco Central de Rusia, "incluidos aquellos involucrados en mantener la conectividad financiera internacional de Rusia o promover vías financieras alternativas que Rusia pueda usar para pagar equipos y tecnología muy necesarios".
La OFAC emitió además una alerta contra las instituciones extranjeras que se unan al Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS), un servicio especializado de mensajería financiera desarrollado por el Banco Central de Rusia para neutralizar el efecto de medidas restrictivas como la desconexión del sistema SWIFT. Quienes se adhieran al mismo podrán ser sancionadas.