Los republicanos consolidaron el poder en Estados Unidos con la asunción del presidente Donald Trump.
Las tres ramas del gobierno federal han quedado bajo la mayoría de los republicanos, lo que les da una oportunidad única para imponer su agenda.
La Casa Blanca, la rama Ejecutiva del gobierno, quedó en manos de los republicanos con la asunción de Donald Trump como presidente,
En sus primeros días en la Casa Blanca, ha firmado decretos con los que deshizo programas del gobierno anterior mientras arremete contra los inmigrantes.
Por el lado del Congreso, los republicanos controlan ambas cámaras, lo que les da una ventaja a la hora de imponer proyectos y medidas que están a tono con la Casa Blanca.
En el Senado, los republicanos tienen 53 bancas versus 47 para los demócratas.
Por su parte, los republicanos también tienen la mayoría en la Cámara Baja donde ostentan 218 bancas, versus las 215 bancas demócratas.
Esto les da a los republicanos el control absoluto en el Congreso, una situación de privilegio a la hora de impulsar su agenda.
Finalmente, en la Corte Suprema, la tercera rama del gobierno, las cosas están en manos de los conservadores ya que de los nueve jueces, seis son conservadores, con tres que fueron elegidos por Trump en su primer mandato.
De esta manera, las tres ramas del gobierno federal -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- están con mayoría conservadora-republicana.
Hasta el momento, y desde 1857, un partido ha controlado las tres ramas del gobierno 48 veces, 23 en manos de demócratas y 25 en manos republicanas.