RÍO RANCHO - La Junta de Relaciones Laborales de Empleados Públicos de Nuevo México, encontró que el Centro Médico Regional de Sandoval de la Universidad de Nuevo México violó la ley de Nuevo México al intentar impedir que los representantes sindicales se reunieran con miembros del sindicato de profesionales de la salud en su lugar de trabajo.
“Tener a nuestro lado representantes sindicales capacitados es esencial para nuestra capacidad de defender una atención más segura a los pacientes y ayudar a mitigar las represalias, los ataques y el acoso”, declaró Gilbert Martínez, miembro de United Health Professionals of New Mexico y técnico de resonancia magnética.
Según informó la organización, Profesionales de la Salud Unidos de Nuevo México (UHPNM, por sus siglas en inglés), el Centro Médico Regional de Sandoval de la Universidad de Nuevo México (SRMC, por sus siglas en inglés), estaba trabajando activamente para impedir que los representantes sindicales hablaran cara a cara con los trabajadores.
No obstante, la ley del estado de Nuevo México garantiza a los trabajadores el derecho a reunirse con representantes sindicales “durante el horario laboral habitual de los empleados en el lugar de trabajo habitual de los empleados para investigar y discutir quejas relacionadas con el lugar de trabajo y otros asuntos relacionados con las relaciones laborales”.
Entonces, al considerar ilegales las acciones de SRMC, Junta de Relaciones Laborales de Empleados Públicos de Nuevo México ordenó que se restableciera el acceso de los líderes sindicales a las instalaciones y que SRMC “cesara y desistiera de la violación de la Ley de Negociación de Empleados Públicos… y proporcionara a los representantes de la AFT acceso a las instalaciones de SRMC”.
UHPNM informó en un comunicado que está afiliado a nivel nacional a la Federación Americana de Maestros, o AFT por sus siglas en inglés, que cuenta con 1.7 millones de miembros.
"Estos profesionales médicos han dedicado sus vidas a garantizar que los pacientes reciban la mejor atención; es realmente vergonzoso que su empleador haya decidido oponerse a la ley estatal para silenciar su voz colectiva. ¿De qué tienen miedo?", manifestó Randi Weingarten, presidente de la AFT.