ALBUQUERQUE – Fiscales en Albuquerque comenzaron a presentar su caso el martes contra un refugiado afgano acusado de matar a tres hombres musulmanes durante el verano de 2022, incidentes que generaron conmoción y pánico entre la comunidad musulmana de Albuquerque hace casi dos años.
Se esperaba que los abogados pronunciaran declaraciones de apertura en un tribunal de Albuquerque el martes en lo que será el primer juicio para Muhammad Syed, quien se estableció en Estados Unidos hace varios años con su familia. El acusado negó su participación en los asesinatos tras ser detenido pocos días después de que la policía hiciera un pedido público de ayuda y compartiera fotografías de un vehículo que se cree que estaba involucrado en los crímenes.
Las pistas llegaron a raudales y los investigadores centraron su atención en Syed. La policía lo detuvo en su vehículo en agosto de 2022 a más de 160 kilómetros de Albuquerque. El acusado dijo a las autoridades que se dirigía a Texas para encontrar un nuevo hogar para su familia y declaró que estaba preocupado por los asesinatos estilo emboscada que amenazaban a la comunidad musulmana en aquel entonces.
Syed, que habla pastún y no habla inglés, ha permanecido bajo custodia sin derecho a fianza desde su arresto. Se le imputan tres cargos de asesinato y cuatro cargos de manipulación de pruebas. La policía también lo ha identificado como sospechoso del asesinato de un cuarto musulmán, pero no se han presentado cargos en ese caso.
Durante audiencias judiciales anteriores, los fiscales describieron a Syed como alguien que tenía un historial violento. Sus defensores públicos han argumentado que las acusaciones anteriores de violencia doméstica nunca resultaron en condenas.
El primer juicio se centra en la muerte de Aftab Hussein, de 41 años, asesinado la noche del 26 de julio de 2022, tras aparcar su coche en su lugar habitual cerca de su casa.
Syed será juzgado por separado por las muertes de Muhammad Afzaal Hussain, un urbanista de 27 años que fue asesinado a tiros el 1 de agosto mientras daba su paseo nocturno, y Naeem Hussain, que recibió un disparo cuatro días después mientras estaba sentado en su vehículo afuera de una agencia de reasentamiento de refugiados en el lado sur de la ciudad.
Los fiscales tienen en plan llamar como testigos a agentes de policía y otras autoridades involucradas en la investigación. Sin embargo, el juez prohibió testificar sobre la tecnología ShotSpotter utilizada por la policía para detectar el sonido de los disparos.
Los fiscales tampoco pueden presentar directamente como prueba las declaraciones que Syed hizo a un detective mientras era interrogado. Los abogados defensores argumentaron que se violaron los derechos de Syed porque el detective, a través de un intérprete, no informó adecuadamente a Syed de su derecho a un abogado designado por el tribunal.
Según la denuncia penal inicial presentada por la policía de Albuquerque, los investigadores determinaron que los casquillos de bala encontrados en el vehículo de Syed coincidían con el calibre de las armas que se cree fueron utilizadas en los asesinatos del 26 de julio y el 1 de agosto y que los casquillos encontrados en los lugares del crimen estaban relacionados con las armas encontradas en la casa de Syed y en su vehículo.
Las autoridades federales en documentos judiciales señalaron registros de teléfonos celulares y acusaron a uno de los hijos de Syed de posiblemente ayudar a su padre a rastrear a Naeem Hussain antes de su asesinato. Shaheen Syed fue acusado de proporcionar una dirección falsa al comprar un arma en una tienda local en 2021 y llegó a un acuerdo de culpabilidad con los fiscales federales en enero.
En el caso del padre Syed, una condena por asesinato conllevaría una sentencia máxima de cadena perpetua.
