MIAMI - El viernes se retomó nuevamente el juicio contra el actor mexicano Pablo Lyle acusado de homicidio involuntario por la muerte de Ricardo Hernández, a quien golpeó tras una discusión por una mala maniobra de tráfico, que se registró el 31 de marzo del 2019, cuando la familia del actor se dirigía al aeropuerto internacional de Miami.
El médico forense que le hizo la autopsia a Hernández de 63 años testificó sobre el daño que le causó el puñetazo que le propinó Lyle al hombre.
“Cuando lo examinamos para hacer las autopsia hicimos una incisión de lado a lado de la cabeza para mirar lo que tenía, vimos que tenía una hemorragia en la parte de enfrente y la parte de atrás de la cabeza”, die el forense.
También testificó una oficial de la policía que ese día entrevistó a varios testigos del incidente, pero sin duda el testimonio más importante del día fue el de Ana Araujo, la esposa de Lyle, quien el día de la tragedia viajaba en el vehículo junto a su cuñado y sus dos hijos.
“Me asusté muchísimo, el corazón me latió muy fuerte y en eso escucho que golpean la camioneta”.
Araujo primero aclaró que no está separada del actor, y que tienen casi 9 años de casados, y que ese día, tras la mala maniobra de su cuñado, vivió los momentos de mayor angustia de su vida.
“Venía pitándonos muy fuerte todo el camino, hasta que nos detuvimos y comencé escuchar a un señor gritando, insultando y diciendo groserías”.
La esposa del actor dice que no vio cuando Lyle golpeó a Hernández, porque estaba de espalda, y que todo pasó muy rápido, especialmente cuando su cuñado se baja del carro y este empezó a moverse en el concurrido semáforo.
“Yo en ese momento estaba en pánico porque los niños estaban muy asustados y hacían mucho ruido y veo la cara de Pablo asustado tratando de detener la camioneta”.
De ser encontrado culpable de homicidio involuntario, Pablo Lyle de 35 años, podría pasar hasta 15 años en prisión.
La próxima audiencia esta programada para el próximo lunes a las 9 de la mañana.