ALBUQUERQUE - Un nuevo estudio de la Universidad de Nuevo México (UNM), publicado en el Journal of Neuroinflammation por científicos de Ciencias de la Salud de ese centro docente, reveló que el humo de los incendios forestales podría detonar una inflamación en el cerebro que persistiría durante un mes o más.
Y es que el proceso inflamatorio afectaría el hipocampo o la región del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria, según explicó a UNM el autor principal del artículo, Matthew Campen, profesor en la Facultad de Farmacia y codirector del Centro de Ciencias Clínicas y Traslacionales de UNM.
Los científicos expusieron a roedores a humo de leña cada dos días durante dos semanas en un intento para descubrir si los fenómenos naturales se podrían recrear al menos parcialmente dentro de un laboratorio, explicó David Scieszka, estudiante posdoctoral en el laboratorio de Campen y líder en la investigación.
En el estudio, los investigadores hallaron respuestas tanto inflamatorias como antiinflamatorias, cuando pequeñas partículas del humo ingresaron a la circulación desde los pulmones y cruzaron a una capa de células muy compactas que envuelven los vasos sanguíneos del cerebro.
"Pudimos medir la amplitud y los plazos de la respuesta inflamatoria. Esperábamos que fuera mucho más corto. Parte de esto avanzó hasta 28 días y no vimos una resolución completa, y eso nos asustó mucho”, dijo Scieszka.
Es por esto que según UNM, los hallazgos en esta investigación presentan un nuevo motivo de alarma.
"La neuroinflamación es la semilla de todo tipo de cosas malas en el cerebro, incluida la demencia y la enfermedad de Alzheimer (la acumulación de placas), pero también alteraciones en el desarrollo neurológico en los primeros años de vida y trastornos del estado de ánimo a lo largo de la vida. Si usted es bombero, o si simplemente es un ciudadano de una comunidad que ha tenido algunas de estas dramáticas exposiciones al humo, podría tener trastornos neurocognitivos o del estado de ánimo, semanas o meses después del evento", declaró Campen.
No obstante, aunque lo ideal sería evitar respirar por completo el humo de los incendios forestales, en muchos casos esto es imposible.
El Departamento de Salud de Nuevo México (NMDOH, por sus siglas en inglés) recomienda que se emplee el método de visibilidad 5-3-1 para determinar si es seguro estar afuera.
Para usar efectivamente el método 5-3-1, escoge tres puntos de referencia con los que estés familiarizado y fíjate en cuán bien puedes verlos. Si estos puntos de referencia no son fáciles de ver en los rangos de cinco, tres y una milla, puedes decidir qué hacer según tus condiciones de salud y edad.
La información sobre la calidad del aire y la protección de tu salud se puede encontrar en línea en el sitio web de Seguimiento de Salud Pública Ambiental del NMDOH: nmtracking.org
También puedes monitorear las alertas de salud y la calidad del aire en tu zona a través de: airnow.gov
NMDOH recomienda a las personas con dificultades respiratorias o enfermedades cardíacas que tomen precauciones cuando haya humo, ya sea limitando el tiempo al aire libre, cerrando ventanas, apagando los refrigeradores y usando aires acondicionados en modo de recirculación.
Si persiste la mala calidad del aire, también urgen a la comunidad a instalar una habitación con aire limpio en su hogar. Entérate aquí cómo hacerlo.