ALBUQUERQUE — Los nativos americanos cuyos familiares han desaparecido o han sido asesinados se vistieron de rojo el viernes para concientizar sobre la cantidad desproporcionada de nativos americanos que han sido víctimas de la violencia a lo largo del país.
El Día de Concientización sobre los Pueblos Indígenas Desaparecidos y Asesinados se lleva a cabo el 5 de mayo, día en el que se celebraría el cumpleaños de Hanna Harris, quien tenía solo 21 años cuando fue asesinada en la Reserva Nativa Americana Cheyenne del Norte en Montana.
Innumerables nativos americanos más han desaparecido desde que se encontró el cuerpo de Harris hace casi una década. Los defensores lo describen como una crisis silenciosa, arraigada en la colonización, la expulsión forzosa y las políticas gubernamentales que llevaron a la eliminación de la cultura y la identidad a medida que se marginaba a comunidades enteras.
Las marchas, simposios, reuniones de oración, instalaciones artísticas y ceremonias de este fin de semana tienen como objetivo presionar a los legisladores en EEUU y Canadá para garantizar la equidad al investigar tales casos. Los vestidos rojos, dicen, se usan para llamar a casa a los espíritus de las víctimas nativas americanas desaparecidas y asesinadas.
“Tenemos que llamar a este estado de emergencia nacional por lo que es: un genocidio”, dijo Carol McBride, presidenta de la Asociación de Mujeres Nativas de Canadá, en un correo electrónico. Asimismo, aprovechó la oportunidad para instar a la gente a que canalicen su dolor en el activismo, argumentando que “vestir de rojo es poderoso”.
Las altas tasas de violencia, agresión sexual, homicidios y desapariciones de nativos, en particular de mujeres, se han enconado durante generaciones en medio de recursos inadecuados de seguridad pública en el territorio Nativo Americano, donde pequeñas fuerzas policiales son responsables de vastos territorios y una maraña de jurisdicciones locales y federales a menudo complica los esfuerzos para rastrear y comunicar los casos a medida que ocurren.
Unos 4,200 casos de personas nativas americanas desaparecidas y asesinadas han quedado sin resolver, según estimaciones de la Oficina de Asuntos Indígenas de EEUU. Mientras que, las estadísticas federales de salud documentan tasas de asesinatos de mujeres nativas americanas y nativas de Alaska en 10 veces la tasa nacional.
Aun así, se desconoce el número exacto de mujeres indígenas desaparecidas y asesinadas. Una revisión de 2021 realizada por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental no partidista señaló problemas de informes, desconfianza en la aplicación de la ley y conflictos jurisdiccionales.
Por otro lado, en Nuevo México, los defensores quieren que la gobernadora emita una nueva orden ejecutiva para trazar la próxima fase de implementación de las recomendaciones hechas en un extenso informe del grupo de trabajo en 2020.
Para Melody Delmar, quien dirige proyectos MMIP para el Departamento de Asuntos Indígenas de Nuevo México, la crisis es personal. Como trabajadora social, a menudo se encuentra entre las primeras personas a las que las familias llaman cuando necesitan ayuda.
¿Su sueño? Una oficina estatal dedicada a los casos del territorio Nativo Americano donde a las familias se les podría asignar un trabajador social.
“Hay tantos niveles de esto y puede ser complicado”, declaró. “Pero también podemos ver esto y saber que también hay soluciones”.
Pasaron casi dos años antes de que las autoridades federales arrestaran a alguien en el caso por la muerte de Ella Mae Begay, una maestra tejedora navajo que desapareció en 2021.
Su sobrina, Seraphine Warren, caminó desde la Nación Navajo hasta Washington D.C. para crear conciencia. No ha renunciado a encontrar a su tía: está reuniendo voluntarios para otra búsqueda en el desierto en las próximas semanas.
Warren expresó que esperar que la información llegue de las autoridades a los familiares en duelo es como una tortura.
“Todo lo que las familias quieren es que alguien los mantenga al tanto, para ver si sus casos aún están siendo investigados”, manifestó Warren, quien marchará en Seattle este fin de semana.
Mientras que, la secretaria del Interior de EEUU, Deb Haaland, recibió una sesión informativa el viernes en Albuquerque de la Unidad de Desaparecidos y Asesinados de su agencia, creada en 2021. Hasta la fecha, la unidad ha investigado 728 casos; resolvió o cerró 263 casos de personas desaparecidas; y resolvió ocho casos de asesinato.
Los defensores observan de cerca cómo el Congreso analiza las solicitudes de presupuesto para las agencias federales, incluida la Oficina de Asuntos Indígenas. Los recortes podrían resultar en menos agentes de la ley en áreas que ya tienen poco personal.