El incidente está pendiente de investigación por parte de la Oficina de Normas Profesionales del MDC y la Oficina del Alguacil del condado Bernalillo.
CONDADO BERNALILLO - Autoridades informaron que el lunes murió una reclusa que había sido fichada tan solo horas antes en el Centro de Detención Metropolitano del Condado Bernalillo (MDC, por sus siglas en inglés).
Se informó que la reclusa, Deana Marie Harry, de 30 años, fue fichada en MDC a las 3:00 a.m. del lunes y a eso de las 8:45 pm, las autoridades dijeron haberla encontrado en peligro y emitieron un código médico para intentar socorrerla.
Harry fue declarada muerta a eso de las 9:10 p.m. por el personal del hospital de la Universidad de Nuevo México, que acudió a ayudarla. Al momento se desconocen las causas que llevaron a su muerte.
“En el MDC se está llevando a cabo una revisión exhaustiva del incidente. Se brindarán servicios de apoyo a los reclusos y al personal afectados por este incidente”, informó Candace M. Hopkins, portavoz de MDC, en un comunicado.
El incidente está pendiente de investigación por parte de la Oficina de Normas Profesionales del MDC y la Oficina del Alguacil del condado Bernalillo.
En julio, murió bajo custodia de MDC, Cassandra Coy Yazzie, de 35 años, quien había sido fichada en el centro tan solo un día antes y estaba alojada en una unidad de desintoxicación en el momento de su muerte.
En mayo, MDC reportó la muerte de Marcella Montelongo de 23 años, quien días antes había sido arrestada por cargos de abuso infantil con resultados mortales por la muerte de su hijo de 5 años con parálisis cerebral.
En el mismo mes, MDC fue demandado por la muerte de otra reclusa bajo su cargo, quien supuestamente murió por una sobredosis mientras el oficial a cargo habría estado viendo películas.
Mientras que en abril, un exempleado de la correccional se quitó la vida frente a MDC.
No solo eso, la agencia también habría estado implementando medidas extra de seguridad, luego de que en julio liberaran a tres reclusos por error. MDC informó que todos los reclusos liberados por error fueron puestos otra vez bajo custodia y la agencia atribuyó la culpa del error a dos técnicos penitenciarios.
