VIÑA DEL MAR, Chile — Sebastián Piñera, el expresidente de Chile que enfrentó en su segundo mandato el estallido social de los chilenos para cambiar las estructuras del Estado y la pandemia de COVID-19, murió el martes en un accidente de helicóptero en Lago Ranco, en la región chilena de Los Ríos. Tenía 74 años.
La ministra de Interior del país, Carolina Tohá, confirmó el deceso del exmandatario cuando sobrevolaba esa zona, a más de 700 millas al sur de la capital Santiago, y dijo que el presidente Gabriel Boric dispuso funeral de Estado y duelo nacional. No se han dado a conocer más detalles sobre las causas del accidente.
“Fue el presidente democrático de Chile en dos oportunidades y tendrá todos los honores y reconocimientos republicanos que merece”, anunció la ministra.
Tohá informó que tres personas sobrevivieron al accidente.
Piñera, de tendencia de centroderecha, gobernó en dos periodos. En el primero, de 2010 a 2014, tuvo que asumir la reconstrucción de un terremoto de 8.8 en la escala de Richter y posterior tsunami que dejó 525 muertos al sur del país.
En su segundo mandato, de 2018 a 2022, enfrentó las masivas movilizaciones de los chilenos en un estallido social que condujo a dos intentos fallidos para reemplazar la Constitución vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Político, empresario y dueño de una de las mayores fortunas del país sudamericano, estimada en unos $3,000 millones, Piñera se postuló en tres ocasiones a la presidencia de Chile.
En 2006, perdió ante la socialista Michelle Bachelet; luego en 2010 se impuso al expresidente Eduardo Frei y fue electo para el período 2010-2014.
Cuatro años después, en 2018, ganó un segundo período, hasta 2022, tras derrotar a un independiente de izquierda. En sus dos mandatos, enfrentó varios episodios complicados como un terremoto, la pandemia de COVID-19 y el estallido social.
Doce días antes de iniciar su primer período un terremoto de magnitud 8.8 y un tsunami cobraron la vida de 525 personas y asolaron la infraestructura del centro sur chileno.
Su programa de gobierno fue postergado para atender las tareas de reconstrucción. En 2010 también, encabezó el rescate sin precedentes de 33 mineros atrapados durante 69 días en el fondo de una mina.
Cerró su gestión con un Producto Interno Bruto de 5.3% y creó un millón de empleos, impulsados por la reconstrucción.
A mediados de su segundo gobierno, en octubre de 2019, enfrentó un violento estallido social seguido de multitudinarias protestas contra los modelos de educación, salud y pensiones instalados por la dictadura militar, demandas a las que la oposición de centroizquierda sumó la exigencia de una nueva Constitución, idea rechazada por Piñera.
Las protestas fueron reprimidas por la policía, con fuertes cuestionamientos por violaciones a los derechos humanos, según coincidentes informes de organizaciones humanitarias internacionales.
Finalmente, Piñera cedió a la presión de las movilizaciones y convocó a un plebiscito en 2020 en el que el 78% del electorado exigió elaborar una nueva Carta Magna para reemplazar a la de los militares. En medio, llegó la pandemia que retrasó el proceso constitucional.
Durante la crisis sanitaria del COVID-19, su gobierno negoció tempranamente con múltiples laboratorios la compra de vacunas contra el coronavirus –cuando aún no se habían desarrollado—, lo que ubicó a Chile entre los cinco países que lideraron mundialmente la vacunación en los inicios de la pandemia.
Como empresario, hacia fines de los años 70, ingresó de lleno al sector privado en el ámbito financiero y luego se extendió hacia las inmobiliarias.
Trajo a Chile las tarjetas de crédito y creó una empresa que fue la mayor emisora de los plásticos, además de tener participación en múltiples sociedades, varias familiares.
En la década de 1900 tenía participación accionaria en la aerolínea Lan Chile, ahora LATAM, y en la principal empresa de telecomunicaciones, así como en inmobiliarias, eléctricas, en el principal equipo de fútbol local de la época y poseía un canal de televisión, entre otras firmas.
Ingeniero comercial y doctor en Economía, fue también académico de varias universidades durante casi 20 años y consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial.
Votó en contra de la extensión en el poder del dictador Augusto Pinochet (1973-1990), fue senador independiente en los años 90 y en 2009 entregó a otros la gestión de sus negocios e incursionó en política en representación de la centroderecha, que fue el sustento civil del régimen militar.